Alrededor de las 20:30 del martes 24 de junio en la glorieta de la plaza Intendente Francisco Seeber, frente a la Embajada de los Estados Unidos, dos jóvenes (uno de ellos de pantalón corto) hacían boxeo, cumplían un sueño, tiraban golpes y se esquivaban, casi a oscuras. Y se escuchaba la música en vivo que sonaba en el Palacio Bosch. Mientras, muchos policías y otras fuerzas de seguridad custodiaban la ceremonia que se estaba realizando por el festejo anticipado del 4 de julio, día de la Independencia.
A metros de ahí, en el Salón Central de La Rural de Palermo, Manuel López, un joven de 21 años, hablaba emocionado, agradeciendo que había cumplido un sueño: logró finalizar la escuela secundaria y ahora cursa estudios universitarios: “La Fundación Cimientos lo hizo posible”.
La entidad es una organización sin fines de lucro que, desde hace 28 años, trabaja por la promoción de la equidad educativa.
Cada año organiza una reunión, no sólo para agradecer a quienes colaboran, sino también para mostrar a la sociedad los casos de superación de los jóvenes estudiantes que pueden cumplir sus sueños: estudiar, capacitarse, ser un profesional. Tener futuro.
Así fue como la Fundación Cimientos convocó a casi 400 invitados especiales. Políticos, empresarios, académicos, líderes de la sociedad civil y referentes comprometidos con la educación.
Presente y futuro
Los programas tienen alcance nacional y están orientados a acompañar a jóvenes en situación de vulnerabilidad en la finalización de la educación secundaria, la continuidad en estudios superiores y la inserción laboral. El acompañamiento personalizado y el fortalecimiento de las instituciones educativas logra que en 2025, Cimientos trabaje junto a más de 7.000 jóvenes, 940 docentes y directivos, 422 escuelas y 30 universidades e institutos de educación superior en todo el país.
Los invitados
Algunos de los que participaron de la reunión fueron el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; el secretario de Educación, Carlos Torrendell; el secretario de Trabajo, Julio Cordero; la senadora Carolina Losada y los diputados Nicolás Massot, Emilio Monzó y José Luis Espert; el representante de UNICEF en Argentina, Rafael Ramírez Mesec.
El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, fue con su esposa Agustina Cavanagh, ex directiva de la entidad, pero que sigue colaborando. La presencia del ministro tuvo su relevancia especial: fue la primera aparición pública después del esperado fallo judicial de la Corte del martes 17 de junio. En el camino entre el guardarropa y el back para hacer las fotos con el equipo de la Fundación Cimientos, saludó a Grupo Crónica.
Luego, su nombre, como el de los funcionarios del gobierno y otros destacados invitados, fueron mencionados en agradecimiento en el comienzo de la presentación.
El lema, “Educación que Potencia”, fue el gran tema de la charla entre los invitados a raíz del Programa Futuro Egresados, que “promueve la finalización de la escuela secundaria y cuenta con una Red de Egresados orientada a estudios superiores y formación para el primer empleo.”
Cimientos, pionera en el acompañamiento personalizado, destacó que el 79,5% de los estudiantes del último año de secundario logra obtener su título y el 83% de los egresados continúa estudiando, trabajando, o ambas un año después de finalizar su trayectoria escolar.
En su discurso de bienvenida, María Julia Tramutola, Presidente de Cimientos, destacó que “late una convicción profunda: la educación es la herramienta más poderosa para potenciar a adolescentes y jóvenes. A través de la educación buscamos brindar oportunidades, expandir horizontes y construir puentes hacia un futuro mejor.”
Por su parte, Mercedes Méndez Ribas, Directora Ejecutiva de Cimientos, puso de relieve “cómo el trabajo de la organización transforma la vida de adolescentes y jóvenes en nuestro país. Cimientos está cerca, acompaña. Para que los adolescentes logren terminar la escuela secundaria, accedan a un primer empleo formal y de calidad, cursen estudios de nivel superior y que, en definitiva, construyan un proyecto de vida propio y sostenible.”
Mariana Arias fue la conductora de la ceremonia, quien tuvo un mano a mano final con el jóven estudiante: egresado de una escuela secundaria de estatal ahora avanza en la Licenciatura en Ciberseguridad. “Estoy aquí gracias a la generosidad de un padrino. Una persona que, sin conocerme, eligió acompañarme y entendió que la educación que potencia no se trata solo de estudiar, sino de impulsar, de creer, de estar. Allá afuera hay más chicos como yo esperando su primer ‘sí', su primera oportunidad. Con su apoyo, mañana podemos ser muchos más. Los invito a ser parte."
El final de la fiesta fue “argentinidad al palo”. Después que el coro Vox Pop deleitó con temas nacionales e internacionales, todos entonaron el Himno Nacional Argentino. Por un rato, todos fueron protagonistas, como si estuvieran en un acto escolar.
¿Qué lo hizo posible? Pensar y trabajar por una mejor educación.